lunes, 10 de agosto de 2020

Juegoteca de Boedo


Las Juegotecas son espacios educativos de juego para niñas y niños entre 2 y 13 años de edad. Se proponen encuentros de dos horas por cada grupo etáreo, dos o cuatro veces por semana, en un contexto institucional y con un equipo interdisciplinario a cargo.

Las actividades desarrolladas tienen como objetivo el despliegue lúdico a través de diversas experiencias creativas-expresivas con una perspectiva de participación activa de niños, niñas y sus familias en la propuesta a desarrollar. Además, se intenta contribuir al desarrollo integral de los niños desde el abordaje de la actividad lúdica creativa, en el marco de un espacio significativo para ellos y la comunidad, gestionando en conjunto con organizaciones sociales e instituciones comunitarias.

En las Juegotecas los chicos pueden jugar con gran variedad de juguetes y juegos, hacer talleres de plástica, música, teatro, títeres, organizar actividades especiales con los docentes y compañeros o salir de paseo. Es un lugar donde pueden aprender más sobre sus derechos.
Cada Juegoteca es diferente y tiene que ver con los intereses de los niños, los de su familia y los de su barrio.

En estos espacios las niñas y niños pueden jugar, aprender, compartir, crear, decidir. Además se proponen salidas recreativas y culturales y actividades pre campamentiles y campamento anual.

Juegoteca Boedo, Pavón 3918
Todas las tardes, y desde hace ya más de diez años, en Boedo se abren las puertas para ir a jugar. Allí donde hace unos años ensayaban los Cometas de Boedo, integrantes del corso del barrio, donde también funciona el club G.O.N., hoy tiene lugar la Juegoteca de Boedo, un espacio para los más chiquitos, dedicado únicamente a imaginar, disfrutar, crear y divertirse.


Club G.O.N. Círculos Unidos G.O.N.


El programa Juegotecas Barriales, incluido dentro de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad,  abarca múltiples espacios, asentados en instituciones barriales, ya sea bibliotecas, centros culturales, comedores o centros comunitarios a lo largo de la Ciudad, donde se promueve el juego y el derecho al juego.



Desde su versión más antigua, vienen a llenar la falta de lugares destinados específicamente a garantizar, acorde con el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño, el derecho de todos los chicos a jugar. Y cuando hablamos de todos, señalamos el carácter universal sobre el cual se asienta el programa es decir, todos y cada uno de los chicos pueden, de forma gratuita, participar de las actividades que se ofrecen en las juegotecas.

Dentro de cada juegoteca, se trabaja con grupos de chicos de entre dos y trece años, en espacios de dos horas según las diferentes edades. Los docentes – la mayoría de ellos maestros de ciclo inicial, recreólogos o profes de educación física- los reciben, y luego de la ronda de bienvenida, se empieza oficialmente a jugar. Todas las juegotecas tienen una estructura similar. Durante esta primera etapa del año, el equipo de docentes y coordinadores deciden cuál va a ser el proyecto anual que guiará las actividades a desarrollar durante el año, en base a los intereses y perfiles del grupo. Esta decisión sin embargo, dista de ser arbitraria. Una vez hablado chicos, se comparte también con las familias. Esta idea-fuerza sirve de alguna manera para hacer las actividades más atractivas, logrando así que los chicos se enganchen y asistan de forma regular a la juegoteca, uno de los aspectos más necesarios.

Esto no depende sólo de ellos y es allí donde se vuelve indispensable que las familias, desde su lugar, sean también parte de lo que pasa dentro. Siempre desde lo cotidiano, la charla con los profesores o bien mediante su aporte dentro de alguna actividad, se logra un ida y vuelta entre el hogar y la juegoteca, donde los chicos son los más beneficiados.
Dentro de las juegotecas, los chicos participan de actividades que los acercan a la música, al deporte, al arte y, en muchas ocasiones, llegan también propuestas de talleristas por fuera de la juegoteca, acercándoles nuevas actividades. Todas las tardes se comparte la merienda y no sólo se divierten, sino que aprenden a desenvolverse en grupo. El coordinador de la sede de Boedo, explica que ante los problemas de integración que los chicos puedan llegar a tener, principalmente en el ámbito de la escuela, la solución debería ser siempre, más juegoteca dado que allí, los chicos, de la mano de los profesores, establecen sus propias reglas de convivencia y aprenden más sobre sus derechos.

A lo largo del año también se trabaja para dos eventos importantes. Para el grupo de los más grandes, se organiza un campamento que los profesores de todas las juegotecas preparan en conjunto casi desde mitad de año. A su vez, cada 27 de Septiembre, las juegotecas de toda la ciudad, junto a los chicos y sus familias, celebran el Día Internacional de Juego, un encuentro de gran magnitud, cuyo fin es hacer jugar a la comunidad, sin diferencia de edades, y ayudar también a que cada vez más chicos formen parte de este divertido proyecto.

El Programa Juegotecas Barriales está nutrido de profesionales idóneos, llenos de voluntad, ideas y alegría, organizados y articulados entre sí y hacia afuera, lo que permite que las decisiones sean acordes a cada grupo de chicos, fomentando y ampliando sus capacidades, a partir de una herramienta simple, entendida como un fin en sí mismo: el juego.








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