miércoles, 8 de julio de 2020

Café "DANTE", Boedo 745


Primitivo Café "Dante" hacia los años 30

    Este café es el más antiguo del barrio de Boedo. Abrió sus puertas en 1917. Su fundador perteneció a la familia Merzario, de procedencia italiana. El café debe su nombre al máximo exponente de la Literatura Italiana, Dante Alighieri. Fue durante muchos años un lugar de encuentros y debates intelectuales de la época. En su momento se consideraba también un espacio de ideales sociales donde se tramaban las manifestaciones sociales.








Algunos libros de memoria aseguran que era el lugar de encuentro favorito de algunas personalidades destacadas del mundo literario como Álvaro Yunque, Lubrano Zas, Gustavo Riccio y Roberto Arlt. En los años 20 el lugar vivió su momento de populosa gloria. Solían ser asiduos personajes célebres del barrio como don José González Castillo, Alberto Vacarezza, Folco Testena, Edmundo Montagne, José Mauricio Pacheco, Alberto Weisbach y Elías Alippi.




  Curiosamente aunque el lugar haya sido el sitio preferido de los intelectuales del momento, el café era una sucursal del Club de San Lorenzo de Almagro. Los autores de tango más destacados de la historia compusieron sus piezas allí, tales como Cátulo Castillo, con su "María", "La última curda" y "Tinta Roja".
Cátulo Castillo (1906-1975)




    El escudo del Café era el fiel reflejo de lo que en sus adentros se disputaban, una pluma, una guitarra un casco una pelota de fútbol y una paleta con pinceles alusiva al arte. Si bien el lugar se hizo popular por la presencia de grandes intelectuales y artistas tangueros, tampoco faltaron los futbolistas, deportistas y dirigentes deportivos del Club de San Lorenzo de Almagro. Testigos de lo dicho son los tangos alusivos de la época como "Café Dante" y "El Ciclón".

 El lugar poseía una mesa de juegos de billar que atraía al público. Representaba la dispersión para algunos, el encuentro y el debate para otros. Un lugar donde el encuentro y la fusión entre intelectuales y futboleros eran posible. Los goles se gritaba y disfrutaba de igual forma que en la comodidad del hogar. Si bien el barrio se caracteriza por ser una de las comunas con mayor presencia de bares notables, luego del cierre de Dante, perdió uno de sus tesoros históricos más importantes. A penas iniciado en siglo XXI el café Dante cerraba sus puertas para siempre y con ellos se llevaba parte de la historia de Boedo.

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