|
Sala de "El Nilo" en 1929, sobre Av. Boedo 1063
El Cine-Teatro Nilo, fue el más elegante de Boedo . Cuando dejó de desempeñarse como teatro, funcionó allí una sala de baile y el Hogar Croata. Desde 1995, no existe más, se lo convirtió en un local de venta de electrodomésticos.
|
|
Fachada Cine ""El Nilo" en los años 80 (Hogar Croata) |
Hiper Rodo, A.Boedo 1069
En la calle Boedo 1061 al 67 existía un potrero que abarcaba dos lotes anchos y profundos, cerca de 1.000 metros cuadrados. En ese extenso terreno la empresa Gigliotti Hnos. comienza a construir en 1928 lo que será Cine-Teatro “El Nilo” que se inaugura en febrero o marzo de 1929. Este cine fue proyectado y construido por Vicente Rossi en el mismo sitio donde estuieron emplazados el Circo Politeama Doria, el Teatro de Verano de José González Castillo y la Glorieta de Don Luis. De cuidada construcción y muy bella decoración del artista Antonio Semenzato con instalaciones adecuadas a un buen teatro y al mismo tiempo, cine.
Por su escenario desfilaron los artistas más destacados, por ejemplo, Carlos Gardel, Azucena Maizani y Libertad Lamarque, en varias temporadas, como así también las mejores obras teatrales en pequeñas temporadas.
Contrariamente a lo que puede pensarse, su nombre no obedecería al gran río africano, sino al de su dueño, el Sr. Nilo Gigliotti.
|
AZUCENA MAIZANI (1900-1970)
El lugar estaba destinado al espectáculo. Cuando comenzó el siglo pasado funcionaba Glorieta de Don Luis que convocaba a payadores, recitadores, guitarreros y cantores camperos. La rústica glorieta fue mejorada con un techo de chapas y cambió de nombre, Circo Politeama, para presentar espectáculos de lucha grecorromana y representaciones de la Compañía de Comedias y Sainetes Podestá-Scuri-Mariño.
El 16 de marzo de 1916 fue la inauguración con dos proyecciones, números vivos y el cierre final de la señora Tania.
El despertar de los años ‘90 señalaba el estado de abandono de la antigua sala donde sólo la nostalgia podía encender brillos invisibles y proyectar sobre la pantalla ausente, imágenes capaces de hacernos vibrar, como cuando desde sus butacas las vivimos intensamente. Las fotografías del interior y el hall fueron tomadas a fines de mayo de 1993.
Los distintos enfoques destacan el valor artesanal que generosamente lucían cúpula, arcadas, frisos, etc. que simbolizan un capítulo de nuestra arquitectura elaborada trabajosamente con singular maestría.
En la década del ‘70 fue adquirido por la Sociedad de Residentes Croatas para instalar su sede – como consecuencia – su sala sufrió modificaciones para convertirla en espacioso lugar apto para fiestas y reuniones sociales. Fueron eliminadas todas sus butacas y el piso que ofrecía un marcado declive para una mejor visión desde la platea, fue nivelado y su rica madera de pinotea suplantada por mosaicos, conservando el escenario su original estructura.
Posteriormente fue subarrendado como salón bailable para un público mayor agregándose a tal fin un sector que funcionaba como despacho de bebidas, dichas reuniones danzantes eran amenizadas con ritmos de tango y música tropical.
La parte superior correspondiente a lo que fuera el “Pulman” fue acondicionado para funcionar como comedor y restaurante, sin que sus concesionarios lograran acreditar comercialmente la iniciativa.
El hall de acceso de gran amplitud como solían poseer los lugares de espectáculos, fue alquilado entonces por un comercio de electricidad, antenas para TV, insumos para computación y juegos para video, ocupando gran parte del perímetro del vestíbulo, desdibujando ya definitivamente la imagen que lo viera nacer como Cine- Teatro por el año 1928.
|
| |
No hay comentarios:
Publicar un comentario