viernes, 31 de julio de 2020

Pasajes de Boedo


Pasaje San Ignacio, Boedo
Transitar las calles de Buenos Aires puede convertirse en una experiencia única y encantadora cuando se descubre un pasaje. Los más de cien pasajes porteños sorprenden y despiertan en quiénes los visitan sensaciones únicas e inspiradoras. Cada uno revela una época determinada, con sus historias, leyendas, costumbres y magia.

Pasajes porteños:

Construidos entre 1880 y las primeras décadas del siglo XX, los pasajes nacieron como respuesta a un incipiente problema habitacional. A raíz de la epidemia de fiebre amarilla, en 1871, las clases altas abandonaron el sur de la ciudad y se dirigieron a la zona norte, iniciándose así un proceso de densificación urbana. Entonces, hacia 1880 la inclusión de calles interiores que permitan aumentar el número de viviendas se advirtió como una solución. Los pasajes, de acuerdo a su diseño, se denominan: en cul de sac (callejón sin salida), en forma de U o de L; peatonales, vehiculares o mixtos; cubiertos o a cielo abierto, públicos o de acceso restringido.
Existen  más de cien pasajes en Buenos Aires, algunos se destacan más que otros.
Buenos Aires, como colonia española, asimiló las legislaciones promulgadas por la corona para arbitrar, regular y urbanizar la vida social de los imperios nacientes. Las Leyes de Indias incluían una serie de normativas sobre el trazado cuadricular de las ciudades coloniales: establecía un diseño ortogonal en forma de damero con precisas indicaciones medidas y localizaciones para plazas y establecimientos públicos.



Plano de 1782 de la Ciudad de la Trinidad en el Puerto de Santa María de los Buenos Aires, actualmente Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 En 1530, las plazas de la ciudad debían medir 185 metros de largo por 122 de ancho, las calles no podían superar los doce metros de ancho y el diámetro de las manzanas -divididas en cuatro solares, uno correspondiente a cada familia- oscilaban entre 117 y 122 metros.
Las familias patricias eran numerosas y sus tierras se subdividieron muchas veces. Algunas, dieron lugar a calles interiores o pasajes, a veces con salida a dos calles y a veces no, para dar lugar al acceso de todos los solares. También quedaron calles truncas o discordes con la traza original, que fueron rastros de algún camino interior de antiguas quintas, que al ser subdivididas y loteadas quedaron fuera de las mediciones patrimoniales como largas fajas de terreno sin dueño.
Hubo un tiempo en el que también era menester ventilar e higienizar la ciudad. Producto de esa condición humanitaria, se fundaron conductos internos en las manzanas.
Los pasajes son el resultado de superponer una ciudad creada para el caballo y la carreta sobre otra que se debió adaptar a la tecnología de los vehículos y una mayor densidad.
Así como ayer fueron necesidades geográficas, hoy se conservan como patrimonios indemnes a la avanzada arquitectónica de las grandes ciudades. 

Pasajes de Boedo

En 1893 por Ordenanza del 27 de noviembre del Presidente Luis Sáenz Peña se establece la nómina de los siguientes Pasajes: Álzaga, Gallegos y Venialvo

En 1904 por Ordenanza del Presidente Quitana se establece la nómina de los siguientes Pasajes: Angaco, Gibson, Pereyra, San Ignacio y Totoral.

En 1922 se nomina el Pasaje Avalle.
En 1925 por Ordenanza N° 1424: Pasaje Timbúes
En 1933 por Ordenanza N° 5361: Pasaje Ambato. En 1989 por Ordenanza N° 44117 cambia su nombre por Pedro López Anaut.
En 1945 por Decreto N° 209: Pasaje Jantín
En 1960 por Ordenanza N° 16674: Pasaje Pedro Bidegain

San Ignacio:

El pasaje San Ignacio nace en Boedo y desemboca en Colombres, con un recorrido de apenas cien metros. Se trata de una calle cortada típicamente barrial con casas de hasta dos plantas, transitada, pero a su vez muy tranquila.
Un ícono de Boedo. fue Inmortalizado en la milonga "Cortada de San Ignacio".



Tiene un recorrido de apenas cien metros. Atractivo y pintoresco, en su conjunción con Boedo está el Café Margot, junto con la "Esquina Francisco Reyes", laureado plástico vecino del barrio, es parte del "corazón" del barrio.






Francisco Reyes




















La historia del pasaje viene desde el siglo XIX, cuando sus tierras pertenecían a Camio, uno de los primeros inmigrantes que se asentaron en este lugar, que en aquel entonces era un arrabal de la ciudad.
En 1904 decidió ceder la tierra para la apertura del pasaje, por lo que se lo reconoció denominando Camio a esta calle, nombre que se conservó hasta el siguiente año.
Junto con la apertura del pasaje, se inauguro en su intersección con Boedo el primer edificio de dos plantas en la zona (donde hoy se encuentra el Café Notable “Margot”), y en sus altos el Teatro Boedo XXI y la Biblioteca Lubrano Zas, mostrando así que a principios del siglo XX este sector de la ciudad ya estaba en plena expansión.

























Café Margot




















Pasaje Timbúes: Nombre de la tribu indígena que habitaba en las islas de Paraná, actual provincia de Santa Fe. Se extiende entre las calles Rondeau y Gibson.

































Pasaje Álzaga: se extiende entre las calles Las Casas y Aenida Caseros. Su designación fue un homenaje a Martín y Félix de Álzaga, padre e hijo respectivamente.





Martín de Álzaga (Valle de Aramayona, Álava, España, 11 de noviembre de 1755 - Buenos Aires, Provincias Unidas del Río de la Plata, 6 de julio de 1812), comerciante y político español de importante actuación en el Virreinato del Río de la Plata, especialmente por su participación en el rechazo de las Invasiones Inglesas.

Martín de Álzaga 
Félix de Álzaga (Buenos Aires, julio de 1792 – íd., julio de 1841), militar, político y hacendado argentino, que tuvo activa participación en el proceso que llevó al poder a Juan Manuel de Rosas en la provincia de Buenos Aires, y terminó enemistado con éste y perseguido por sus partidarios.
Pasaje Álzaga entre Rondeau y Av. Caseros












Pasaje Cabot:  

El nombre de este Pasaje recuerda a Juan Manuel Cabot (San Miguel de Tucumán, Virreinato del Río de la Plata, 23 de marzo de 1784 - Santiago, Chile, 1837) fue un militar argentino que participó en las guerras de independencia de su país y de Chile.
Juan Manuel Cabot























El Pasaje se extiende entre la Av.Pavón y la calle Inclán.





















































Pasaje Dr. Pedro López Anaut:

Se extiende entre las calles Quintino Bocayuva y Treinta y Tres Orientales. Se llamaba Ambato, en 1989 se cambió el nombre por el del Dr.Pedro López Anaut quien se graduó como Médico en 1902. Se desempeñó en el Hospital de las Mercedes, (actual Hospital Durand) y en el Hospital San Roque (actual Ramos Mejía). Se desempeñó además en el Departamento Nacional de Higiene y fue miembro del Consejo Escolar Distrito VIII. Presidió la Asociación Cooperadora de la Escuela Normal N° 1. Fue Comisionado Municipal entre 1917 y 1918.
























Pasaje Pasaje Pedro Bidegain: se extiende entre las calles Treinta y tres Orientales y desemboca e Avenida La Plata.
Este Pasaje recuerda a Pedro Bidegain ( 20 de septiembre de 1887, Buenos Aires –  21 de noviembre de 1933, Buenos Aires) fue presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro en los años 1929 y 1930 y diputado nacional de la Unión Cívica Radical.
Nació en el barrio de Almagro y fue el menor en una familia de origen vasco de diez hermanos. Se desempeñó como obrero ferroviario, como gerente de matadero además de su vida al servicio de la comunidad como dirigente del Club San Lorenzo de Almagro y diputado nacional.

Mural en homenaje al Padre Lorenzo Massa (1882-1949)
Padre Lorenzo Massa



Mural en homenaje al Padre Lorenzo Massa (1882-1949)







Pasaje Angaco: se extiende desde Treinta y tres Orientales hasta A. La Plata. El nombre de este Pasaje recuerda la Batalla de Angaco (16 de agosto de 1841), un enfrentamiento de la guerra civil argentina entre el partido unitario y el federal argentinos en Angaco 23 km al NNE de San Juan, que dio una efímera ventaja a los unitarios. El jefe de los federales era el general José Félix Aldao y el de los unitarios, Mariano Acha.
Pasaje Angaco


Pasaje Angaco

Pasaje Angaco

Pasaje Pereyra: se extiende desde Av. Pavón hasta la calle Salcedo. Recuerda a Bartolomé Pereyra, vecino propietario de extensos terenos en la zona y donó parte de ellos a la M.C. B. A., para la apertura de diveras arterias. Un sector de los mismos corresponde a la calle que ocupa, con una extensión de tres cuadras.




Homenaje del Grupo Artístico de Boedo a Bernardo Romeo

Homenaje del Grupo Artístico de Boedo a Néstor Gorosito















Pasaje Avalle:

A pocos metros de Boedo y Chiclana, nace sobre esta última avenida, este peculiar pasaje. De no más de 25 mts de ancho, se trunca a los cien metros. Es un pasaje sin salida con casas antiguas y algunos galpones que completan el entorno.
Compañía Argentina de Electricidad
Pasaje Totoral: Este Pasaje consta de una sola cuadra que se extiende desde CArlos Calvo a EE. UU.
Totoral es un departamento en la provincia de Córdoba (Argentina).











Todavía subsiste la entrada al Mercado Proveedor de Almagro y también los Talleres Gráficos Alejandro Bianchi y Cía. Edificios que tenían su entrada principal por la calle Quintino Bocayuva al 900. 

Mercado Proveedor de Almagro


Pasaje Gibson:

Este Pasaje se extiende desde Castro hasta Avenida La Plata. Recuerda al marino inglés, Roberto Gibson incorporado a las fuerzas del Almirante Guillermo Brown. En 1814 participó en el bloqueo y accioes navales que se desarrollaron durante el mes de mayo frente a Martín García y Montevideo. Allí se desempeñó como Comandante Segundo de la Fragata Hércules, una de las principales naves de la escuadra browniana.










Pasaje Venialvo: se extiende una sola cuadra desde Maza hasta Avenida Boedo.
Lázaro de Venialvo (o Benialbo) fue un conquistador nacido en Asunción del Paraguay, a mediados del siglo XVI, que destacó en la lucha contra los aborígenes charrúas y mató a su cacique, Zalpicán, que tenía fama por su bravura.
Fue uno de los acompañantes de Juan de Garay en su expedición desde Asunción al sur, y así fue uno de los fundantes de la Ciudad de Santa Fe, el 15 de noviembre de 1573.
En 1580 encabezó la llamada "revolución de los mancebos", en la que los nacidos en la tierra americana ordenaron a los peninsulares retirarse, pues la ciudad, alegaban, había sido fundada por ellos. Lázaro fue uno de los que más animó a los criollos, disconformes con el gobierno de la ciudad, y las reuniones se hicieron en su casa.
Si bien dicha revolución fue un éxito, inmediatamente hubo una contrarrevolución, y Lázaro fue asesinado en su propia casa, y su cadáver despedazado.
Algunos historiadores consideran a ésta como la primera revuelta independentista en suelo argentino.


Av. Boedo y Pasaje Venialvo en 1926.










Pasaje Gallegos: se extiende desde Virrey Liniers hasta Avenida Boedo. Lleva este nombre en recuerdo del Tercio de Gallegos, conocido también como: Batallón de Voluntarios Urbanos de Galicia, Tercio de Voluntarios Urbanos de Galicia, Batallón de Galicia o Batallón de Voluntarios de Galicia. 


Fue una unidad miliciana de infantería creada el 17 de septiembre de 1806 con voluntarios nacidos en Galicia residentes en Buenos Aires. Fue creado a causa de la primera de las Invasiones Inglesas al Virreinato del Río de la Plata y fue disuelto en enero de 1809 por su participación en la Asonada de Álzaga. Su primer jefe fue el ingeniero militar Pedro Antonio Cerviño oriundo de Campo Lameiro, Pontevedra.

Tercio de Gallegos
















Fusilero del Tercio de Gallegos
En el año 2000 se inauguró el Mural alusivo al Tercio de Gallegos, en este pasaje.


Placa que recuerda el origen del Tercio de Gallegos

Mural en homenaje al Tercio de Gallegos
 

Pasaje Gallegos

Pasaje Gallegos

Pasaje Gallegos

Pasaje Gallegos


Pasaje Gallegos


Pasaje Gallegos




















Pasaje Bathurst:
Este pasaje se encuentra entre las calles Virrey Liniers y Loria. William Bathurst (1796-1844), tal es su nombre completo, era un marino británico que sirvió en la Armada Argentina. Un héroe naval de las guerras contra el Brasil, el bloqueo Anglo-francés y las luchas de la Confederación.



 


Pasaje Butteler:

En el límite con Parque Chacabuco (adonde geográficamente pertenece), el alma de este pasaje está unido con el barrio de Boedo por su cercanía al Viejo Gasómetro.

Este pedazo del barrio detenido en el tiempo, atravesado por dos calles en  forman una X, en su  centro se halla una plazoleta, llamada “Enrique Santos Discépolo".







La “manzana crucificada” tiene 64 casas construidas de manera idéntica: están divididas en cuatro secciones, dos ambientes, un patio interior y puertas de madera.


El único pasaje en cruz de la ciudad. Butteler es -aunque cueste creerlo- una única calle en forma de equis coronado por una plazoleta en su cruce interno, con una numeración del 0 al 100 que gira en sentido contrario a las agujas del reloj. Ingresar en su universo es adentrarse en un portal inverosímil: son cuatro mini arterias en distintas direcciones, que desguazan las construcciones, conciben manzanas trapezoidales y desconciertan a los carteros.

Sus accesos en diagonal desde las cuatro esquinas son callecitas internas, adoquinadas, que desembocan en un arenero enrejado conocido como "Plaza escondida", denominado desde 1972 Enrique Santos Discépolo. El pasaje Butteler es uno de esos oasis urbanos que conceden dosis de intimidad y serenidad. En su interior se percibe un resguardo del caos vehicular que amenaza su pasividad desde cuatro aberturas: lo delimitan el cruce de las avenidas Cobo y La Plata, y las calles Zelarrayán y Senillosa.


El Pasaje Butteler es una manifestación singular del paisaje urbano. No integra un circuito turístico pero expresa la tradición, el colorido y la esencia del despertar porteño. No es casual que sea escenario de publicidades, programas y películas dedicadas a retratar postales vintage. Sus vecinos pintaron las paredes, hay retazos de arte callejeros y una atmósfera de microbarrio donde los más pequeños pueden salir a jugar.

En agosto de 2010, la Legislatura de Buenos Aires modificó el Código de Planeamiento Urbano y declaró al pasaje Butteler “Área de Protección Histórica”, de modo que está prohibido modificarle sus espacios y sus casas
Su origen data de comienzos de siglo XX. Hablaban del primer barrio social de la ciudad de Buenos Aires. En 1910 se terminó la construcción de una quinta que albergaría 64 casas idénticas de obreros que trabajaban para la señorita Azucena Butteler, miembro de la filantrópica "Sociedad Protectora del Obrero". La condición era que el conglomerado de tierras homenajeara a la donante con su nombre. "La ley Nº 4824 'Casas para obreros: construcción por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires', sancionada el 27 de septiembre de 1905 y promulgada el 14 de octubre del mismo año, autorizaba a la Municipalidad de Buenos Aires la emisión de títulos públicos para la construcción de casas para obreros", corrobora el sitio del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del gobierno porteño.

Su vínculo sentimental lo une indefectiblemente con el club San Lorenzo de Almagro. La plaza fue encuentro de hinchas caracterizados del Ciclón que bautizaron a la hinchada como "la gloriosa Butteler", con referencia directa al pasaje, ubicado a tres cuadras del Viejo Gasómetro, el mítico estadio de la avenida La Plata.